Un aspecto importante de las TICs es que hacen posible la compensación de carencias, de desigualdades educativas...permitiendo que centros pobres, con pocos recursos, puedan acceder a materiales educativos digitales cuyos correspondientes analógicos no podrían adquirir, al menos en la cantidad necesaria para que la manipulación de los mismos no fuese meramente testimonial. Las TICs permiten conjugar la calidad con el bajo costo.
Así, por ejemplo, adquirir un ábaco-contador analógico de 100 bolas para cada alumno/a de un determinado nivel, además de ocupar un espacio considerable a la hora de guardarlos, supondría un importante desembolso económico que no todas las administraciones educativas, ni todos los centros escolares, podrían permitirse. Sobre todo si se lleva a la práctica una educación constructivista, que demanda especialmente la abundancia de materiales didácticos diversos (ábacos, regletas, bloques multibase, balanzas, relojes didácticos, geoplanos, juegos de billetes y monedas, juegos de polígonos y poliedros, etc, etc...)
¿Tienen claras ventajas los materiales didácticos analógicos sobre sus correspondientes digitales? La respuesta a esta pregunta dependerá en gran medida del diseño dado al material digital y del grado de interactividad, del lado del usuario, con que cuente.
A.-) Ábaco contador analógico de 100 bolas:
A.-) Ábaco contador analógico de 100 bolas:
B.-) Ábaco contador digital de 100 bolas:
(Esta aplicación en Flash, en su versión antigua, tal y como se muestra aquí, no se encuentra perfectamente adaptada para ser mostrada mediante Ruffle ( sobre todo los textos), pero se puede encontrar mejorada en el proyecto MATE.TIC.TAC.)
He aquí una nueva versión que incluye a la anterior
Para este material didáctico, podemos comprobar que todos los usos y manipulaciones didácticas (libres o dirigidas) que se pueden realizar en A también se pueden llevar a cabo en B ( en la opción "manipulación libre") con la misma facilidad ( sólo la "puesta a cero", en este caso concreto, es más lenta en B - al no poder volcar el ábaco hacia un lado, aunque esto es fácil de solventar si se considerara especialmente relevante-, pero con más precisión en la separación de las bolas en B que en A). Podemos ver además que en B las bolas están diferenciadas, de 5 en 5, por el color ( hay también ábacos contadores con 100 bolas diferenciadas de esta manera). Este detalle es de gran relevancia didáctica, pues permite utilizar el cinco como intermediario para la lograr una percepción más rápida de números menores que 10 (descomposición aditiva-sustractiva de números en la que el 5 juega un papel esencial): 7= 5 + 2; 8 = 10 - 2; 4 = 5 - 1; etc...
En B, además, se asocia cada pulsación con el nombre ( oído y escrito) del número formado, con los símbolos gráficos que lo representan ( número y cifras del mismo) y con otra representación gráfica alternativa, lo cual permite el aprendizaje autónomo de manera sensiblemente más eficaz que en A. Pero, además, en la opción "escribe el número" se realiza una propuesta que permite la comprobación de un determinado aprendizaje posibilitado por el material, lo cual es un mecanismo de retroalimentación para el/la alumno/a usuario/a, un mecanismo de regulación de su propio aprendizaje. Esta ventaja didáctica es esencial para un modelo de enseñanza centrado en el alumno, que contemple tiempos de trabajo autónomo o semidirigido, que posibilite el descubrimiento...
Si a las ventajas didácticas de B con respecto a A le añadimos el bajo coste, incluso ecológico, y las ventajas en relación con su puesta en práctica en el aula (rapidez en la disponibilidad y en el cambio de actividad, mayor orden en la clase, facilidad de guardado o almacenamiento, menor deterioro, mayor duración,...), no cabe duda de que B material didáctico digital) ha superado en funcionalidad a A (material didáctico analógico).
(Esta aplicación en Flash, en su versión antigua, tal y como se muestra aquí, no se encuentra perfectamente adaptada para ser mostrada mediante Ruffle ( sobre todo los textos), pero se puede encontrar mejorada en el proyecto MATE.TIC.TAC.)
De manera análoga podríamos razonar para otros materiales didácticos tales como balanzas (es difícil lograr el equilibrio con una analógica); relojes didácticos (en los analógicos las agujas se mueven a intervalos continuos difíciles de cuantificar. En cambio, con un reloj digital podemos configurar el movimiento de sus agujas de manera que avancen, por ejemplo, de 5 en 5 (segundos, minutos), de 1 en 1 (horas), etc...); geoplanos; etc...